La mezcla de pastoreo y alimento balanceado es la mejor dieta para engordar el ganado. Se debe realizar un plan de engorde.

En la granja ganadera, uno de los objetivos es que los animales obtengan el peso ideal en el menor tiempo posible. Para lograrlo, se pone mucho cuidado en la fórmula de alimento que se proveerá a los animales (suplementación estratégica) ya que las tierras para pastoreo se han vuelto más escasas y costosas para la producción de ganado.

En el caso de los animales rumiantes o poligástricos que tienen capacidad de digerir fibra, la formulación de alimento es un reto muy interesante porque se plantea, por un lado, que parte de lo consumido provenga del pasto cosechado por el mismo animal, procesado previamente en un silo (ensilaje), o simplemente del pasto fresco cortado. Por otro lado, el alimento concentrado de PROGANADO ofrece un alimento de alto valor nutritivo que mejora la eficiencia en la digestibilidad de nutrientes, la palatabilidad y disminuye el desperdicio. Además, está elaborado con ingredientes de excelente calidad que le ofrece el balance ideal de energía al animal.

Forraje y concentrado juntos conforman la dieta total que el ganado consume y transforma en carne o leche, siendo los machos los que convierten el alimento en carne de manera más eficiente que las hembras debido a sus características sexuales secundarias. Además, muchos machos son castrados a los 6 meses de edad con lo que se apacigua su comportamiento, permitiéndoles mejorar su consumo de alimento.

La cantidad de alimento que un bovino de carne consume está en función de su peso y edad. Cuanto más grande es, más consume. Sin embargo la calidad nutricional de ese alimento es lo que determina su capacidad de producción o engorde. Si a un animal joven con poco espacio en sus cuatro estómagos le proveemos paja de páramo o tamo de avena, su ganancia de peso no será mayor a 100 gramos/día. Crecerá mal, se demorará hasta 4 años en alcanzar un peso de faenamiento y rendirá menos del 50% en carne. El resultado económico será bajo y el número de animales que se pueden criar será limitado.

Para hacer un plan de engorde de ganado hay que considerar los regímenes y cantidad de lluvia que cae sobre los potreros porque esto determina la producción de forraje o pasto necesario para engordar los animales en un período determinado. La medición de la capacidad receptiva, carga animal, sobrantes de potrero y producción de materia seca por hectárea son indicadores que debemos implementar y seguir. Existen alternativas para reemplazar el pasto con rechazo de banano, residuos de industrialización de frutas y pulpas, granos de las plantaciones de maíz poscosecha.

Estos alimentos aportan nutrientes importantes; sin embargo, energía, proteína (concentrados) y minerales son indispensables para ganar peso. Cada kilo de carne que el animal deposita tiene agua y esos compuestos. Si el animal no consigue esos nutrientes en su totalidad a través de la dieta, el crecimiento se detendrá. Hay una máxima en la nutrición animal que dice que el animal “Come porque bebe” y no al revés. Con ello se ve la gran importancia del agua, que debe estar siempre disponible, fresca y de buena calidad.

Cuando se ha llegado al peso del ganado para faenarlo debe ser vendido. Esperar a que gane más peso no siempre es una buena opción ya que, conforme el bovino se aproxima al peso que tendrá como adulto, pierde eficiencia en conversión. Por lo tanto, cada día es más caro mantenerlo y engordarlo. La demora en faenarlo afectará la calidad de carne, con la consiguiente penalidad económica.

El exceso de nutrientes (condición muy rara en ganado) es antieconómico porque depositar grasa en el bovino implica una inversión en nutrientes hasta tres veces superior a ganar peso en carne o proteína. A menos que nuestro mercado nos pague por la grasa intramuscular, no será rentable tener más grasa en un animal listo para faenar.

Los animales desnutridos ganan poco peso si siguen comiendo el mismo alimento que los llevó a esa condición. Sin embargo, si un animal ligeramente desnutrido pasa a una dieta de mejor calidad, realizará un crecimiento compensatorio y se desempeñará casi tan bien como el animal bien nutrido.